Sri Nityananda-trayodasi

Nityananda-Prabhu-242x300Sri Nityananda Prabhu — Una encarnación de misericordia

Os damos la bienvenida en la muy auspiciosa celebración de Sri Nityananda-trayodasi, ante la misericordiosa presencia de Sri Sri Nitai-Gaurahari y otras Deidades. Leeremos dos versos del Sri Caitanya-caritamrta, Adi-lila, capítulo cinco: «Las glorias del Señor Nityananda Balarama».

VERSO 208

preme matta nityananda krpa-avatara
uttama, adhama, kichu na kare vicara

preme—de amor extático; matta—loco; Nityananda—Sri Nityananda; krpa—misericordioso; avatara—encarnación; uttama—bueno; adhama—malo; kichu—cualquier; na—no; kare—hace; vicara—consideración.

TRADUCCIÓN

Porque Él está embriagado de amor extático y es una encarnación de la misericordia, no distingue entre el bueno y el malo.

VERSO 209

ye age padaye, tare karaye nistara
ataeva nistarila mo-hena duracara

ye—quienquiera; age—ante; padaye—cae; tare—a él; karaye—hace; nistara—liberación; ataeva—por eso; nistarila—liberó; mo—como yo; hena—tal; duracara—persona baja y pecadora.

TRADUCCIÓN

Él libera a quienes caen ante Él. Por eso ha liberado a una persona tan pecadora y baja como yo.

COMENTARIO por Giriraj Swami

Primero hablaremos sobre algunas de las palabras importantes en estos versos, de manera que podamos comprender mejor el significado literal, y luego veremos cómo los versos se aplican a nosotros.

Preme significa «en amor extático». El autor del Sri Caitanya-caritamrta, Sri Krishnadasa Kaviraja Gosvami, siguiendo a Srila Rupa Gosvami, ha explicado que existen diferentes etapas del bhakti y que la meta más elevada es prema, prema-bhakti, amor puro por Dios. Nityananda Prabhu es una encarnación de Balarama, quien es la primera expansión de Krisha, y así podemos decir que Nityananda Prabhu es la primera expansión de Sri Caitanya Mahaprabhu. Tal como Caitanya Mahaprabhu, Nityananda Prabhu también siente amor extático y está embriagado por ese amor.

Krpa-avatara. Él es una expansion de la misericordia. La palabra avatara significa literalmente «aquel que desciende». Nityananda Prabhu, junto con Caitanya Mahaprabhu, descendió del mundo espiritual específicamente para distribuir misericordia. Y al hacerlo, Él no distinguió entre el bueno y el malo (uttama, adhama), elevado o bajo. Liberó a todos aquellos que cayeron ante Él. Por eso (ataeva) Él ha liberado a alguien tan duracara, pecador y bajo como yo. Es decir, ser duracara no es una descualificación para recibir la misericordia de Nityananda, siempre que uno posea la cualificación. La cualificación es age padaye tare: uno debe caer ante Él. En otras palabras, uno debe ser humilde.

Nityananda Prabhu, como la primera expansión del Señor, es el maestro espiritual original. Él es el sirviente original del Señor, y Él es el primer maestro en dar conocimiento del Señor (fuera del Señor mismo). El deber del maestro espiritual es ocupar a los demás en el servicio al Señor y dar conocimiento del Señor, y Nityananda Prabhu hace ambas cosas. Age padaye tare: caer ante Él —postrarse o caer ante el maestro espiritual, entregarse al maestro espiritual—, es la primera cualificación para cualquier discípulo. La Bhagavad-gita instruye: tad viddhi pranipatena pariprasnena sevaya. Primero pranipata: debes caer, entregarte al maestro espiritual. Así pues, quienquiera que caiga ante Nityananda Prabhu, aunque sea duracara (pecador o bajo), será liberado.

¿Cómo serán liberados? Eso lo explica Narottama dasa Thakura:

brajendra-nandana jei saci-suta haila sei
balarama haila nitai
dina-hina jata chila hari-name uddharila
tara saksi jagai madhai

«El Señor Krishna, quien es el hijo del rey de Vraja, fue el hijo de Saci (Señor Caitanya), y Balarama fue Nitai. El Santo Nombre liberó a todas aquellas almas que eran bajas y desdichadas. Los dos pecadores Jagai y Madhai son evidencia de ello» (Prarthana).

El Señor Caitanya y el Señor Nityananda vinieron para recoger a las almas más bajas entregándoles el hari-nama, los santos nombres de Krishna, para que los cantaran. Es decir, Ellos liberan a las personas a través del proceso de la conciencia de Krishna. Y al ocuparse en bhakti-yoga y en cantar los santos nombres de Krishna, las almas caídas gradualmente despiertan su amor por Krishna (golokera prema-dhana hari-nama-sankirtana).

En una ocasión en Bombay, un caballero hindú se acercó a Srila Prabhupada y le rogó: «Swamiji, Swamiji, sólo usted puede salvarme; sólo usted puede liberarme. Por favor sea misericordioso. Por favor sálveme». Y Srila Prabhupada respondió: «Yo no puedo salvarte; tienes que salvarte a ti mismo. Pero puedo darte el proceso mediante el cual puedes salvarte a ti mismo». Así que Sus Señorías Gaura-Nitai han descendido en la era de Kali y han traído el harinama-sankirtana para liberar a las almas caídas. Ellos nos lo dan gratuitamente, pero hemos de tomarlo.

En otra ocasión, en Bombay un discípulo le dijo a Srila Prabhupada: «Por favor deme su misericordia para que pueda seguir sus instrucciones». Y Srila Prabhupada respondió: «Mi misericordia es que te he dado mis instrucciones. Ahora tienes que seguirlas». Y citó el ejemplo de que si alguien ha caído en un pozo y acude un bienhechor y le echa una cuerda, la persona que está abajo no puede pedir: «Por favor has que mis dedos se agarren de la cuerda». El bienhechor ha arrojado la cuerda, y está dispuesto a sacarte, pero tienes que sujetarte a ella. Srila Prabhupada dijo: «Mi misericordia es que te he dado mis instrucciones. Ahora tienes que seguirlas».

El Señor da misericordia, pero hemos de tomarla. Y la cualificación para tomarla es humildad genuina. Ese es el significado de pranipata. Si eres humilde, te postrarás, te entregarás.

Pero si eres muy orgulloso, no te postrarás. Conoceréis la historia de Sri Prahlada y Hiranyakasipu. Hiranyakasipu fue un poderoso y gran demonio, y quería que su hijo Prahlada fuera un materialista como él. Pero Sri Prahlada, aunque sólo era un niño de cinco años, sintió inclinación por la conciencia de Krishna y por el servicio devocional a Visnu. Hiranyakasipu era el enemigo mortal de Visnu, pues Visnu, en Su encarnación de Varaha, había matado al hermano de Hiranyakasipu, Hiranyaksa, otro gran demonio. Y Hiranyakasipu juró vengar la muerte de su hermano. Así que consideraba a Visnu como su peor enemigo y estaba resuelto a matarlo.

Ahora bien, como devotos podemos pensar: «Qué absurdo. Nadie puede matar a Visnu. Visnu es Dios». Sabemos por las Escrituras que Visnu es Dios, pero si lo viéramos… Desde luego, puede que lo reconozcamos por las descripciones en las Escrituras, pero Él tiene la apariencia de un ser humano. Y aunque Él realice actos extraordinarios, cualquier yogui o tapasvi que sea suficientemente avanzado en sus prácticas puede desarrollar poderes místicos y realizar proezas maravillosas. Por lo que Hiranyakasipu pensó que Visnu era un semidiós, que tal vez tenía poderes místicos y así podía hacer cosas maravillosas, pero pensó que él podía hacer cosas aún más grandes con sus propios poderes místicos y las bendiciones que había recibido de autoridades superiores por sus severas austeridades.

Un día, Hiranyakasipu preguntó a Prahlada: «¿Qué es lo mejor que has aprendido en la escuela?». Puede que alguna vez preguntemos a un niño: «¿Qué has aprendido hoy en la escuela?», ó «¿Qué materia te gusta más?». Así que le preguntó a su hijo de cinco años: «¿Qué es lo mejor que has aprendido?». Prahlada respondió: sravanam kirtanam visnoh smaranam pada-sevanam/ arcanam vandanam dasyam sakhyam atma-nivedanam —es decir, el servicio devocional a Visnu—. Y concluyó que aquel que se ocupa en el servicio devocional a Visnu es la persona mejor educada. Hiranyakasipu se enfureció y acusó a los maestros de desencaminar al niño. Cuando ellos respondieron: «No, no le hemos enseñado acerca del servicio devocional a Visnu», Hiranyakasipu preguntó a Prahlada directamente: «¿De dónde has obtenido esta condenada inclinación a servir a Visnu?».

En respuesta, Prahlada dijo:

naisam matis tavad urukramanghrim
sprsaty anarthapagamo yad-arthah
mahiyasam pada-rajo-’bhisekam
niskincananam na vrnita yavat

«Aquellos que están muy inclinados a la vida materialista no pueden apegarse a los pies de loto del Señor, a quien se glorifica por Sus extraordinarias actividades, si no reciben sobre sus cuerpos el polvo de los pies de loto de un vaisnava completamente libre de contaminación material. Sólo quien se vuelva consciente de Krsna y se refugie en los pies de loto del Señor podrá liberarse de la contaminación material» (SB 7.5.32).

A menos que uno coloque sobre su cabeza el polvo de los pies de loto de un devoto puro del Señor, y se bañe en el polvo de los pies de loto (pada-rajo-‘bhisekam) de las grandes almas (mahiyasam) que están completamente libres de apegos matereriales (niskincananam), no puede volverse consciente de Krishna. Tal como describe Srila Prabhupada, Prahlada dijo indirectamente a su padre: «Mi querido padre…». Por supuesto, él no dijo exactamente: «Mi querido padre». Anteriormente, él se había dirigido a su padre como asura-varya, «el demonio más grande». Pero, en efecto, le dijo a su padre: «No tienes que preocuparte de volverte consciente de Krishna, porque nunca te postrarás a los pies de loto de un devoto puro, debido a que eres muy orgulloso. Así que no cabe la posibilidad de que te vuelvas consciente de Krishna».

Volvemos así al punto de caer ante Nityananda Prabhu —caer ante los sirvientes de Nityananda Prabhu, ante los representantes de Nityananda Prabhu, ante el maestro espiritual—. Ésta es la única forma de volverse conciente de Krishna, y aquel que sea orgulloso no se postrará. Sólo aquel que es humilde se postrará.

En los inicios del movimiento, en 1968, tras una charla en Seattle, Srila Prabhupada abrió el turno de preguntas, y un joven dijo: «Pienso que como seres humanos, todos somos más o menos iguales. Así que no siento que tengo que postrarme ante nadie». Srila Prabhupada respondió: «Has diagnosticado tu propia enfermedad; es la enfermedad del materialismo. Todos están pensando: «Quiero ser el maestro. No quiero postrarme». Prabhupada continuó diciendo: «No quieres postrarte, pero estás forzado a postrarte». El joven admitió que estaba subordinado a su jefe, pero mantuvo que no quería postrarse ante nadie espiritualmente. Srila Prabhupada respondió: «Te postras ante todos. Te postras ante la muerte, te postras ante la enfermedad, te postras ante la vejez. Te postras ante tantas cosas. Estás forzado a hacerlo, y aún así estás pensando: «No puedo postrarme. No me gusta». Así que la pregunta es: «¿Dónde puedo ser feliz incluso postrándome?». Como dijo Srila Prabhupada: «Es con Krishna. No puedes dejar de postrarte, porque estás hecho para hacerlo. Pero si te postras ante Krishna y el representante de Krishna, serás feliz». Dijo que, de lo contrario, te verás obligado a postrarte ante maya. Tienes que encontrar dónde puedes postrarte y ser feliz. Así que es tu elección. Nadie puede decir: «Me niego a postrarme». A cada momento estamos forzados a postrarnos ante las leyes de la naturaleza y a las miserias de la existencia material. No es cuestión de si queremos o no queremos postrarnos; estamos forzados a hacerlo. La pregunta es ante quién o ante qué debemos postrarnos para ser felices. Y es ante Krishna y al representante de Krishna, Nityananda Prabhu.

Krishnadasa Kaviraja Gosvami declara que quienquiera que caiga ante Nityananda Prabhu, aunque sea duracara (pecador o bajo), será liberado. Y por su gran humildad, Krishnadasa Kaviraja Gosvami se cita a sí mismo como ejemplo: «Él incluso me salvó a mí».

El famoso ejemplo es Jagai and Madhai. Tal como Narottama dasa Thakura dice, Caintanya Mahaprabhu y Nityananda Prabhu vinieron para liberar a todos aquellos que son bajos y desdichados, y la prueba de ello son Jagai y Madhai (tara saksi jagai madhai). Aunque nacidos en una familia brahmana, estos dos hermanos se volvieron los más pecadores de los seres vivientes, engañadores, ladrones, mujeriegos, borrachos, e incluso asesinos.

Un día el Señor Caitanya reveló a sus asociados íntimos Nityananda Prabhu y Haridasa Thakura, que Él deseaba propagar el movimiento de sankirtana a través de Navadvipa. Deseaba que fueran de calle en calle, de casa en casa, e imploraran a la gente que cantaran los nombres de Krishna, que siguieran las instrucciones de Krishna, y que adoraran a Krishna: bolo krsna, bhaja krsna, koro krsna-siksa. Nityananda Prabhu y Haridasa Thakura recibieron la orden del Señor, y consideraron: «¿A quién debemos dirigirnos primero?». Y concluyeron: «Acerquémonos a Jagai Madhai, porque son los más bajos y pecadores. Si los liberamos, la reputación del Señor Caitanya como una encarnación inmensamente poderosa y misericordiosa se propagará».

Entonces se acercaron a Jagai y Madhai, y Jagai y Madhai se pusieron furiosos. Blasfemaron contra ellos, los insultaron, y finalmente Madhai lanzó un pote de barro que golpeó a Nityananda Prabhu en la frente, haciéndole sangrar. Cuando Caitanya Mahaprabhu se enteró de sus actos atroces, se puso tan furioso porque Su amado devoto Nitai había sido golpeado, que se apresuró al lugar e invocó Su Sudarsana cakra, dispuesto a matar a los dos ofensores. Pero Nitai, Nityananda Prabhu, intervino. Dijo al Señor: «Mi querido Señor, Tú has descendido en Kali-yuga para salvar a las almas caídas. Jagai y Madhai representan a las almas caídas en Kali-yuga. Si los matas, tendrías que matar a todos. ¿Entonces qué ocurriría con tu misión de liberarlos?».

Aunque Nityananda Prabhu había sido atacado por los dos hermanos, intervino misericordiosamente, y el Señor Caitanya desistió. Al ver la misericordia de Nityananda Prabhu, los dos hermanos se postraron. Cayeron a los pies del Señor Caitanya y pidieron misericordia. Y debido a que Nityananda Prabhu había sido misericordioso con ellos, a continuación se manifestó la misericordia de Caitanya Mahaprabhu y Él los perdonó. Se describe que ellos habían cometido tantos pecados que Candra Gupta, el escribano de Yamaraja, quien lleva la cuenta de todos los pecados, perdió la cuenta. Él iba documentando sus pecados, y mientras tanto, ellos iban cometiendo más. Él prácticamente tuvo una crisis nerviosa; ¡qué decir de estrés en la oficina! Estaba bajo mucha presión, tratando de ir a la par documentando los pecados de estos dos hermanos. Así es cuán pecadores eran.

Pero tras entregarse a Nityananda Prabhu y a Caitanya Mahaprabhu y prometer nunca más volver a pecar —eso es muy importante: ellos prometieron nunca más volver a pecar—, Jagai y Madhai  tomaron el Santo Nombre del Señor. Entonces el Señor Caitanya absorbió todos sus pecados. Y aunque el Señor Caitanya tenía un matiz dorado, cuando Él aceptó los pecados de estos dos incrédulos, Su hermoso cuerpo dorado por un momento se tornó negro. Ellos habían estado muy contaminados con reacciones pecaminosas, y Él las absorbió todas. Y Jagai y Madhai se volvieron grandes devotos.

Así que ése es el proceso: no importa cuán pecador seas, si caes ante el Señor Nityananda, Él te liberará. Y cuando Él es misericordioso contigo, entonces automáticamente el Señor Caitanya es misericordioso contigo. Pero tienes que tomar la misericordia. Debes abandonar tus actividades pecaminosas y cantar el Santo Nombre. Y si lo haces, puedes ser liberado, sin importar cuán pecador o bajo puedas haber sido.

Ésa es la misericordiosa misión de Gaura-Nitai, y en especial del Señor Nityananda; Él es sumamente misericordioso. Y ésa es la misión de Srila Prabhupada. Anteriormente, Su Santidad Ganapati Swami Maharaja y yo estuvimos hablado acerca de que Srila Prabhupada es una encarnación empoderada. Hay un verso más adelante en el Caitanya-caritamrta (Antya 7.11):

kali-kalera dharma—krsna-nama-sankirtana
krsna-sakti vina nahe tara pravartana

«El canto del santo nombre de Krsna es el sistema religioso fundamental en la era de Kali. Sin haber sido dotado de poder por Krsna, no es posible propagar el movimiento de sankirtan».

Sankirtana es el proceso religioso para la era de Kali, y krsna-sakti vina nahe tara pravartana significa que, sin haber sido dotado de poder por Krishna, nadie puede propagar el movimiento de sankirtana. Y nadie en la historia ha propagado el movimiento de sankirtana como Srila Prabhupada. Él lo ha hecho por todo el mundo, lo cual nunca antes alguien había hecho. Por ello, la conclusión es que él fue dotado de poder. Pero si analizamos más detalladamente, podemos concluir, tal como uno de los hermanos espirituales de Srila Prabhupada ha planteado, que él fue dotado de poder específicamente por Nityananda Prabhu para liberar a los duracaras, a las personas pecadoras y bajas. Y él lo hizo; él era tal como leemos. Los versos describen a Nityananda Prabhu, pero bien podrían describir a Srila Prabhupada: «Porque Él está embriagado de amor extático y es una encarnación de la misericordia, no distingue entre el bueno y el malo». El propagó la conciencia de Krishna sin discriminación. «Él libera a quienes caen ante Él. Por eso ha liberado a una persona tan pecadora y baja como yo».

Uno de nuestros queridos amigos en Bombay, un destacado industrial así como excelente devoto, Hrishikesh Mafatlal, quien fue iniciado por Krishnacandra dasa, me dijo que siente que todos los devotos deben ver las películas de Srila Prabhupada filmadas cuando recién vino a Estados Unidos, para que vean a las personas a las que estaba predicando en el Lower East Side de Nueva York y en el Parque Golden Gate, en San Francisco. «Uno no puede imaginar a la gente a la que Srila Prabhupada estaba predicando», dijo. «De hecho, hasta que uno ve las películas, no puede tener ni idea». Y yo sugiero que las vean. Está más allá del poder de las palabras el describir a las personas a las que Srila Prabhupada inspiró cuando recién llegó a Estados Unidos. Tan sólo el hecho de que vino, de que vivió entre ellas, habló con ellas, las invitó y cocinó para ellas, es asombroso.

En Nueva York, Srila Prabhupada ni siquiera tenía un lugar propio donde quedarse; vivía en diferentes lugares. En una época estuvo viviendo con un joven que parecía tener interés. Prabhupada tenía la esperanza de poder entrenarlo como un vaisnava, como un brahmacari, pero un día, bajo una dosis de LSD, el muchacho se volvió loco. Se puso de pie delante de Sila Prabhupada —podría haber hecho cualquier cosa—, y Srila Prabhupada tuvo que bajar corriendo los cuatro pisos por las escaleras a las calles del Bowery, la peor parte de Nueva York, conocida en todo el mundo. Él no sabía dónde ir. No tenía dónde ir.

Luego fue al apartamento de otro muchacho, Carl Yeargens. Carl estaba viviendo con su esposa en una habitación espaciosa, con particiones para las áreas del dormitorio y la cocina. Carl era amable, estaba interesado en la cultura de la India, y le gustaba estar con el Swami. Prabhupada le estaba enseñando sánscito. Estaban viviendo juntos, pero la esposa no apreciaba mucho tener al Swami allí todo el tiempo y eso se volvió incómodo. Luego Carl habló con Michael Grant, quien fue iniciado más adelante y recibió el nombre de Mukunda das, y alquilaron una pequeña tienda y apartamento para Srila Prabhupada. Pero incluso entonces, Prabhupada estaba viviendo entre hippies adictos a las drogas, que eran muy bajos y pecadores en sus hábitos y moralidad. Pero lo hizo por nosotros, sólo por salvarnos.

Posteriormente, el poeta Allen Ginsberg escribió: «Swami Bhaktivedanta vino a los EE. UU. y pronto fue al barrio espiritual arquetipo, el Lower East Side de Nueva York, e instaló una antigüa porción de calle de la India intacta y perfectamente preservada. Él decoró una tienda como su ashram y allí adoró a Krishna, y con paciencia y buen humor, cantando y exponiendo la terminología sánscrita día a día, estableció la Conciencia de Krishna en el centro psicodélico (manifestado en la mente) al este de Estados Unidos… Elegir ocuparse del Lower East Side, ¡qué bondad, humildad e inteligencia!”.

Desde luego que tomaría días en contar toda la historia de Srila Prabhupada. Me atrevo a decir que hasta el Señor Ananta, con Sus cabezas y lenguas ilimitadas no podría terminar de hablar sobre todas las glorias de Srila Prabhupada.

Describiré un pequeño pero revelador incidente. Uno de los primeros discípulos de Srila Prabhupada del Lower East Side fue a la India cuando el movimiento era aún bastante nuevo allí. Teníamos centros en Calcuta y Bombay, y un pequeño espacio alquilado en Delhi. El presidente de templo de Calcuta telefoneó a Bombay, e informó al secretario de Prabhupada que ese temprano discípulo estaba en Calcuta y estaba fumando marihuana (ganja), y preguntó qué debía hacer.  Srila Prabhupada respondió: «Dile a ese devoto que si no deja de fumar ganja, lo rechazaré». Tras la llamada telefónica, Tamal Krisha Goswami preguntó a Srila Prabhupada: «¿Es verdad que lo rechazaría?». Srila Prabhupada dijo: «No. No puedo rechazar a nadie». Luego Tamal Krishna Goswami dijo: «Pero, ¿no existe un límite? ¿No tiene que trazar la línea en algún lugar?». Y Srila Prabhupada contestó: «No hay límite para la misericordia del Señor Nityananda».

Ése era el sentimiento de Srila Prabhupada al dar misericordia: quería dar a todos la oportunidad de cantar el Santo Nombre en la asociación de devotos, con la esperanza de que esto los reformaría y transformaría. Y quería que nosotros tuviéramos el mismo sentimiento, que diéramos el Santo Nombre a los demás. Puesto que la mayor parte del tiempo las personas no quieren tomarlo, en realidad significa de una u otra manera convencerlas, o inducirlas a tomarlo. Tal como contó un devoto sobre su primer encuentro con Tamal Krishna Goswami, Goswami Maharaja dijo: «Tan sólo di dos mantras. Bas. Tan sólo dos mantras», es decir el maha-mantra dos veces, sólo para empezar. Así que es muy difícil. Srila Prabhupada dijo que dar conciencia de Krishna a la gente en Kali-yuga es como dar medicina a un caballo. Para dar medicina a un caballo toma seis personas: uno en cada pata, uno para mantener la quijada abierta, y otro para poner la medicina dentro. Así es cuán difícil es hacer que la gente tome la conciencia de Krishna. Pero Prabhupada lo hizo. Dijo que para hacer un discípulo tenía que gastar galones de sangre, que para liberar a un discípulo tenía que gastar cientos de galones de sangre. Y él lo hizo, y quería que nosotros también lo hiciéramos.

Ahora bien, la gente viene al templo; eso es muy bueno. La gente da algún donativo; eso es aún mejor. Pero lo que realmente debe haber en sus corazones es el deseo de avanzar en amor a Dios y ayudar a los demás. Los devotos no son egoístas. La gente puede venir al templo con diferentes motivaciones, y es bueno que vengan, pero un devoto puro no tiene deseos egoístas. Su único deseo es prestar servicio a Krishna y complacerlo. La gente puede venir con algún deseo, puede orar, puede colocar dinero en la caja de donativos, pero ¿cuál es su motivación? Una joven puede desear un esposo; un esposo puede desear un trabajo; un estudiante puede desear aprobar un exámen. La gente puede venir con deseos, y orar y ofrecer servicio, pero puede que su meta real no sea complacer a Krishna, lo cual es el verdadero objetivo del bhakti. Bhakti significa complacer a Krishna, pero su verdadero propósito es conseguir algo para ellos.

Generalmente, los adoradores de los semidioses se acercan a Siva, Durga o Ganesa, y ofrecen algo, pero su intención es obtener algo a cambio. En realidad están haciendo negocios, sólo negocios. Prabhupada citó el ejemplo de que si alguien quiere conseguir un cliente, lo invita a cenar y beber vino, y le da regalos, pero el verdadero propósito es obtener algo para sí mismo, algo para su negocio. Lo comparó a la adoración a los semidioses. Dijo que ofreces hojas de bel, o frutas, o lo que fuese, pero es como invitar a un posible cliente a cenar y beber para obtener un pedido, no es puro.

Esa es la tendencia general en los adoradores de los semidioses, pero la gente puede traer la misma clase de mentalidad incluso al templo de Krishna. Y eso está bien; al menos han venido. Pero el problema es que debido a que su fin es el disfrute material, es poco probable que se postren. Sí, puede que se postren superficialmente: «Vas a cumplir mi deseo ahora, ¿no? ¿No es así?», pero realmente no van a postrarse en plena rendición, pues su fin es la satisfacción material. Sólo cuando uno es verdaderamente humilde y cae ante Nityananda Prabhu o Su representante es que uno puede ser liberado. No obstante, es bueno que vengan. Todo lo que hagan queda para su mérito eterno, pero puede tomar algún tiempo.

Por definición, la verdadera meta del bhakti es complacer a Krishna:

anyabhilasita-sunyam
jnana-karmady-anavrtam
anukulyena krsnanu-
silanam bhaktir uttama

«Se debe prestar servicio amoroso trascendental al Señor Supremo Krsna favorablemente y sin deseo de provecho material o ganancia, a través de las actividades fruitivas o la especulación filosófica. Eso es llamado servicio devocional puro» (Bhakti-rasamrta-sindhu 1.1.11).

La verdadera finalidad del bhakti es complacer a Krishna, y la mejor forma de complacerlo es traer a los demás hacia Él. Debemos entregarnos a Krishna y ser conscientes de Krishna, y debemos compartir lo que hemos recibido con los demás y traerlos a la conciencia de Krishna. Eso es lo que más complacerá a Krishna, y es lo que distingue a un devoto de un karmi, jnani o yogui. Un devoto sólo quiere complacer a Krishna. Y la mejor forma de complacer a Krishna es traer a los demás hacia Él. Eso hacen los devotos genuinos y trabajan con ese propósito, por difícil que sea.

En una clase en Los Ángeles, Srila Prabhuada dijo: «Acercarse a Radha y Krishna…». En un sentido personal, esa es metal final del devoto: acercarse a Radha y Krishna. Srila Prabhupada dijo: «Para acercarte a Radha and Krishna necesitas la misericordia del Señor Caitanya. Y para obtener la misericordia del Señor Caitanya, necesitas la misericordia del Señor Nityananda. Y para obtener la misericordia del Señor Nityananda, necesitas acercarte a personas como Jagai y Madhai». Así que empezamos muy abajo, y terminamos arriba. Esa es la extrema misericordia del Señor Caitanya y en especial del Señor Nityananda.

Srila Visvanatha Cakravarti Thakura ha dado un buen ejemplo. Aquí se se menciona: preme matta nityananda krpa-avatara: Él está embriagado de amor por Dios. Esta adoración a Radha y Krishna es muy elevada. No se encuentra ni en otras sampradayas vaisnava, al menos no de la misma manera. Es muy elevada, y cuando la adoptas, se vuelve aún más específica y más esotérica: manjari-bhava, radha-dasya. Visvanatha Cakravarti ha planteado esta pregunta: «¿Cómo es que la clase de servicio devocional más elevada —el servicio a Radha y Krishna con el sentimiento de las gopis—, se ofrece a la gente más baja en Kali-yuga? ¿Cómo es posible?». Y responde: «Es como si fuera que un rey se embriaga, va a su tesorería, saca sus joyas más valiosas, y luego sale a la calle y empieza a darlas a la gente más pobre». ¿Cómo puedes explicarlo? Es su elección. Son sus joyas; puede hacer lo que quiera con ellas. Y en su estado de embriaguez las distribuye libremente. Eso es sobre lo que estamos leyendo aquí: preme matta nityananda krpa avatara —Él está embriagado de amor por Dios—. Es una encarnación de la misericordia y libera a quienes cae ante Él, sin considerar quienes son elevados o quienes son bajos, y les concede la perfección más elevada de amor por Dios, a través de la misericordia de Sri Caitanya Mahaprabhu.

Quienquiera que obtenga la misericordia del Señor Nityananda obtendrá la misericordia del Señor Caitanya, y mediante la misericordia del Señor Caitanya obtendrá la más preciada joya del servicio devocional, el amor puro por Krishna, vraja-bhakti. Y todo ello ha sido posible para nosotros y para personas en todo el mundo por la misericordia de Srila Prabhupada. Así que estamos eternamente endeudados con él. Ni siquiera puedo expresar lo endeudados que estamos.

naivopayanty apacitim kavayas tavesa
brahmayusapi krtam rddha-mudah smarantah
yo ’ntar bahis tanu-bhrtam asubham vidhunvann
acarya-caittya-vapusa sva-gatim vyanakti

[Como Sri Uddhava dijo a Sri Krishna] ¡Oh mi Señor! Poetas trascendentales y expertos en la ciencia espiritual no podrían expresar plenamente su deuda contigo, aún si se les dotara de la extensa vida de Brahma, pues Tú apareces en dos aspectos —externamente como el acarya, e internamente como la Superalma—, para liberar al ser viviente encarnado dándole instrucciones sobre cómo llegar a Ti” (SB 11.29.6).

Aunque nunca podemos pagar nuestra deuda a Srila Prabhupada, si deseamos pagar esa deuda, debemos hacer lo que él hizo y tal como escribió: «Si os sentís endeudados conmigo, entonces debéis predicar vigorosamente como yo. Esa es la manera apropiada de pagarme. Por supuesto, nadie puede pagar la deuda al maestro espiritual, pero el maestro espiritual se siente muy complacido con esa actitud del discípulo». Debemos seguir sus pasos y predicar vigorosamente, debemos trabajar juntos para propagar la conciencia de Krishna. Ese debe ser nuestro ruego.

Por supuesto, todos queremos la misericordia de Nityananda; todos quieren la misericordia de Nityananda. Queremos la misericordia para que podamos cantar los santos nombres y difundir la misión —ocupar a los demás en cantar los santos nombres—. Eso hará feliz a Nityananda y feliz a Gaurahari, y cuando Ellos están felices, todos están felices. Automáticamente seremos felices.

Narottama dasa Thakura ora: ha ha prabhu nityananda, premananda sukhi/ krpabalokana koro ami boro dukhi: «Mi querido Señor Nityananda, Tú siempre estás feliz (ha ha prabhu nityananda, premananda sukhi). Tú siempre estás feliz en bienaventuranza de amor por Krishna, y yo soy muy infeliz. Por favor hazme feliz volviendo Tu misericordiosa mirada hacia mi». Esto quizás pueda parecer un deseo egoísta. Hemos dicho que los devotos puros no tienen deseos egoístas, pero realmente la única manera de poder ser verdaderamente felices es haciendo feliz a Krishna. Así es que, por la misericordiosa mirada del Señor Nityananda podemos cantar los santos nombres de Krishna y difundir el movimiento de sankirtana, y a través de la sucesión discipular podemos hacer feliz a Krishna. Entonces seremos felices automáticamente. Eso es lo que el Señor Nityananda desea. Y eso es lo que Srila Prabhupada deseaba: que la gente sea feliz. Su lema era: «Canta y sé feliz».

Hare Krishna.

Ganapati Swami: Aunque lo que has dicho sobre la naturaleza del Señor Nityananda es cierto, puede haber una razón psicológica o práctica, de porqué Él liberaba en particular a los más bajos, porque el Señor Caitanya predicaba a las clases más elevadas. Él predicaba a la gente más erudita y aristocrática, así que ¿quién liberaría a los más bajos? Entonces el Señor Nityananda pensó: «Lo haré yo».

Giriraj Swami: Sí. Excelente.

Ganapati Swami: Y Srila Prabhupada era como el Señor Nityananda, liberaba a los más bajos.

Giriraj Swami: Sí. Es cierto que cuando Srila Prabhupada vino a Estados Unidos él trataba con los más bajos, como Allen Ginsberg describió y como Srila Prabhupada relató a sus hermanos espirituales cuando dijo: «Estoy sacándolos a rastras de la alcantarilla». Sin embargo, cuando Srila Prabhupada regresó a la India, aunque predicaba a todos, allí él era más como el Señor Caitanya, trataba más con los líderes. Él siempre se preocupaba por todos, pero no siempre trataba personalmente con las masas; trataba más con los líderes, pues yad yad acarati sresthas tat tad evetaro janah: sea cual fuere lo que hagan los líderes, las masas lo siguen.

Pero le preocupaban las masas, y pensó que lo mejor para ellas eran las granjas comunitarias autosuficientes donde podían producir lo que necesitaran para vivir y cantar Hare Krishna tranquilamente. Él pudo ver que al ir a las ciudades y trabajar en las fábricas, se verían implicados en intoxicación, sexo ilícito, y toda clase de cosas malas, realmente miserable. Así que tenía programas para las masas, para todos, pero en especial en la India él trató personalmente con los líderes. Nos sacó a la calle como «sus elefantes blancos bailarines» que había llevado de Estados Unidos, y eso realmente les capturó la atención, la imaginación.

¡Srila Prabhupada ki jaya!

¡Sri Nityananda Prabhu ki jaya!

Sri Sri Nitai-Gaurahari ki jaya!

[Charla por Giriraj Swami, Nityananda-trayodasi, 10 de febrero de 2006, Phoenix, Arizona]

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