Hoy es Guru-purnima. Srila Prabhupada explicó que el sistema de honrar al maestro espiritual está vigente en todas las secciones de los seguidores de los Vedas. En las sectas mayavadi (impersonalistas), los discípulos ofrecen respetos al maestro espiritual una vez al año, en Guru-purnima. Y en la Gaudiya Vaisnava sampradaya los discípulos también ofrecen homenaje anualmente, en el día de la aparición del maestro espiritual. Esta ocasión se llama Vyasa-puja, porque el maestro espiritual, a través de la sucesión discipular, presenta el mismo conocimiento que Vedavyasa, la encarnación empoderada de Krsna, quien compiló las literaturas Védicas. Aprovecharemos esta oportunidad para tratar sobre el principio de guru y para glorificar a la acarya-sampradaya.
Guru es un tema profundo. Cantamos vande ’ham sri-guroh sri-yuta-pada-kamalam sri-gurun vaishnavams ca, ofrececiendo respetos al maestro espiritual individual, a los acaryas predecesores y a todos los vaisnavas.
Como Srila Prabhupada explica: “El ofrecer respeto al maestro espiritual significa ofrecer respeto a todos los acaryas previos. Gurun significa en número plural. Todos los acaryas no son diferentes entre sí, porque vienen en la sucesión discipular desde el maestro espiritual original y no tienen opiniones diferentes”. Por tanto, ofrecemos respetos a los predecesores.
Del mismo modo, ofrecemos respetos a los seguidores. Srila Prabhupada explica además: “Maestro espiritual significa que deben tener muchos seguidores, todos ellos vaisnavas. Se les llama prabhus, y al maestro espiritual se le llama Prabhupada, porque a sus pies de loto hay muchos prabhus. Pada significa ‘pies de loto’. Todos estos vaisnavas son prabhus, por lo que a ellos también se les ofrece respetuosas reverencias –no al maestro espiritual por sí solo, sino junto con sus asociados–. Y estos asociados, sus discípulos, todos ellos son vaisnavas. Por tanto a ellos también se les debe ofrecer respetuosas reverencias” (comentario de SP sobre el Mangalacarana, 8 de enero de 1969).
Para nosotros en ISKCON, Srila Prabhupada es el guru principal; él es el fundador acarya. Pero además tiene sus asociados: Srila Gour Govinda Swami Maharaja, Srila Tamal Krishna Goswami Maharaja, Srila Sridhar Swami, Srila Bhakti Tirtha Swami, Srila Bhaktisvarupa Damodara Swami, para nombrar algunos de los ahora difuntos más destacados. Y por supuesto, hoy en día muchos otros sirven a Prabhupada, y nosotros podemos servirles y aprender de todos ellos.
“Quien enseña puede ser tratado como maestro espiritual… Por tanto, si tomamos instrucción de ellos, todos los hermanos espirituales mayores pueden ser tratados como guru. Nadie pierde. En realidad, se tiene sólo un maestro espiritual, el que te inicia, tal como se tiene sólo un padre. Pero todo vaisnava debe ser tratado como prabhu, maestro, más elevado que yo, y en este sentido, si aprendo de él, puede considerársele como guru” (carta de SP fechada el 20 de noviembre de 1971).
El guru original es Krsna. Él habla el conocimiento de la Bhagavad-gita y dicta los principios de la religión. Dharmam tu sakshad bhagavat-pranitam: es la Suprema Personalidad de Dios quien dicta los principios del dharma –bhagavata-dharma, prema-dharma–. Dharma significa “las leyes de Dios”, o “las órdenes de Dios”. No podemos manufacturarlo; dharmam tu sakshad bhagavat-pranitam: es el propio Señor quien dicta los principios de la religión. No podemos crear principios religiosos más de lo que podemos crear nuestras propias leyes. Srila Prabhupada dio el ejemplo de que no puedes reunirte con algunos amigos y aprobar tus propias leyes. Ley significa que la establece el gobierno, el parlamento o la legislatura. Del mismo modo, Dios es quien establece el dharma.
dharmam tu saksad bhagavat-pranitam
na vai vidur rsayo napi devah
na siddha-mukhya asura manusyah
kuto nu vidyadhara-caranadayah
“La Suprema Personalidad de Dios es quien dicta los verdaderos principios religiosos. Ni siquiera los grandes rsis que ocupan los planetas más elevados pueden definir esos principios, a pesar de hallarse plenamente situados en el plano de la modalidad de la bondad; tampoco pueden hacerlo los semidioses ni los líderes de Siddhaloka, y mucho menos los asuras, los seres humanos comunes, y los vidydharas y caranas” (SB 6.3.19).
La conclusión de la Bhagavad-gita es sarva-dharman parityajya mam ekam saranam vraja –abandonar todas las variedades de dharmas y sólo rendirse a Krsna–. Y para comprender las verdades confidenciales de los principios religiosos y el conocimiento de la Bhagavad-gita, necesitamos la ayuda de los mahajanas, las autoridades en la conciencia de Krsna –gurus–.
svayambhur naradah sambhuh
kumarah kapilo manuh
prahlado janako bhismo
balir vaiyasakir vayam
dvadasaite vijanimo
dharmam bhagavatam bhatah
guhyam visuddham durbodham
yam jnatvamrtam asnute
“El Señor Brahma, Bhagavan Narada, el Señor Shiva, los cuatro Kumaras, el Señor Kapila [el hijo de Devahuti], Svayambhuva Manu, Prahlada Maharaja, Janaka Maharaja, el abuelo Bhishma, Bali Maharaja, Sukadeva Gosvami, y yo mismo [Yamaraja] conocemos el verdadero principio de la religión. Mis queridos sirvientes, ese principio religioso transcendental, que recibe el nombre de bhagavata-dharma, es decir, la entrega al Señor Supremo y el amor por Él, está libre de la contaminación de las modalidades materiales de la naturaleza. Es muy confidencial y difícil de comprender para los seres humamos comunes, pero aquel que, por casualidad, tiene la buena fortuna de llegar a entenderlo, de inmediato se libera, y va de regreso al hogar, de vuelta a Dios” (SB 6.3.20–21).
Dios nos da este conocimiento confidencial en las Escrituras, y pasa a través de la sucesión discipular (evam parampara-praptam) a las grandes almas que a su vez imparten el conocimiento a sus fervientes seguidores. Y de todas las escrituras, el Srimad-Bhagavatam es considerado el más importante, el fruto madura del árbol del conocimiento védico.
nigama-kalpa-taror galitam phalam
suka-mukhad amrta-drava-samyutam
pibata bhagavatam rasam alayam
muhur aho rasika bhuvi bhavukah
“Oh, hombres pensadores y expertos!, saboread el Srimad-Bhagavatam, el fruto maduro de las Escrituras védicas, las cuales son como un árbol de los deseos. Puesto que ese fruto ha emanado de los labios de Sri Sukadeva Gosvami, se ha vuelto aún más sabroso, si bien todos, incluso las almas liberadas, consideraban que su nectáreo jugo ya era apetitoso” (SB 1.1.3).
Este fruto nectáreo nos llega a través de la sucesión discipular. Al comentar este verso, Srila Vishvanatha Cakravarti Thakura cita el ejemplo de un árbol de mango. Para obtener un mango maduro de la cima de un árbol, diferentes niños suben a diferentes ramas. El niño en la cima arranca la fruta y se la entrega al niño en la rama debajo, ese niño se la entrega al de la siguiente rama, y así sucesivamente, hasta que finalmente llega al niño en el suelo –en la misma perfecta condición en que estuvo en la cima del árbol–. No ha sido magullada ni estropeada sino que ha sido entregada intacta, tal como estaba.
En la cima del árbol está Krsna, y Él pasa el conocimiento a Brahma. Brahma lo pasa a Narada, y Narada lo pasa a Vyasa. (El día de hoy también se llama Vyasa Purnima porque Vyasadeva, quien compiló la literatura Védica, apareció en este día.) Vyasa lo pasa a Madhvacharya, y así sucesivamente –Caitanya Mahaprabhu, los Seis Gosvamis, y aún más abajo, Srila Bhaktivinoda Thakura, Srila Gaurakisora dasa Babaji Maharaja, Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura y Srila Prabhupada. Y ahora los seguidores de Srila Prabhupada presentan el mismo conocimiento. Ellos siguen y presentan las mismas enseñanzas –esa es su cualificación–.
Srila Prabhupada escribió acerca de Vedavyasa: “Vyasadeva fue una persona real que fue aceptada por todas las autoridades, y cualquier persona puede juzgar cuán maravilloso fue por haber compilado las Escrituras védicas, por lo que se le conoce como Mahamuni. Muni significa ‘reflexivo’, ‘gran pensador’ o ‘gran poeta’, y maha quiere decir aún más grande. Vyasadeva no tiene parangón con ningún otro escritor, pensador, o filósofo. Resulta imposible estimar la importancia de la erudición de Srila Vyasadeva. Compuso millones de versos en sánscrito, y tratamos de recibir sólo un fragmento del conocimiento en ellos mediante nuestros pequeños esfuerzos. Srila Vyasadeva por tanto resumió todo el conocimiento védico en el Srimad-Bhagavatam, que se conoce como el fruto maduro del árbol de los deseos del conocimiento védico. El fruto maduro pasa de mano en mano a través de la sucesión discipular, y todo aquel que se dedica a este trabajo en la sucesión discipular desde Srila Vyasadeva, es considerado un representante de Vyasadeva, y como tal, el día de la aparición del maestro espiritual fidedigno se venera como Vyasa-puja” (carta de Srila Prabhupada fechada el 25 de agosto de 1970) .
Hoy no solamente es Vyasa Purnima, el día de la aparición de Vedavyasa, sino también el día de la desaparición de Srila Sanatana Gosvami, el mayor de los Seis Gosvamis de Vrindavana. Su libro Brihad-Bhagavatamrita fue la primera obra importante de los Seis Gosvamis. Sanatana Gosvami también viene en la sucesión discipular desde el Señor Krsna a Brahma, pero él es especialmente importante porque es un seguidor directo de Sri Caitanya Mahaprabhu, que es Krsna mismo. Puesto que el Señor Caitanya es Krsna, Él es capaz de comenzar su propia sucesión discipular, pero debido a que actuó como un devoto, optó por tomar iniciación en la sucesión discipular de Krsna y Brahma. Pero Él es Dios, y el proceso por el cual impartió el conocimiento a sus seguidores inmediatos –Rupa Gosvami y Sanatana Gosvami–, es comparable a la forma en que el Señor Krsna impartió el conocimiento a Brahma. Srila Krishnadasa Kaviraja Gosvami, en su Caitanya-caritamrta, escribe acerca de Rupa, el hermano menor de Sanatana:
vrndavaniyam rasa-keli-vartam
kalena luptam nija-saktim utkah
sancarya rupe vyatanot punah sa
prabhur vidhau prag iva loka-srstim
“Antes de la creación de esta manifestación cósmica, el Señor iluminó el corazón del Señor Brahma con las instrucciones para la creación y manifestó el conocimiento védico. Exactamente de la misma manera, el Señor, ansioso de revivir los pasatiempos de Vrindavana del Señor Krsna, impregnó el corazón de Rupa Gosvami con poder espiritual. Por su poder, Srila Rupa Gosvami pudo revivir las actividades de Krsna en Vrndavana, actividades casi perdidas para la memoria. De esta manera, Él difundió la conciencia de Krsna en todo el mundo” (Cc Madhya 19.1). El Señor Caitanya también lo empoderó para escribir libros sobre bhakti-yoga, y lo mismo se puede decir respecto a Sanatana Gosvami.
Somos seguidores de los Seis Gosvamis –seguidores de sus seguidores–. Srila Narottama dasa Thakura ora:
ei chaya gosai yara-mui tara dasa
tan’-sabara pada-renu mora panca-grasa
“Soy el sirviente del sirviente de los Seis Gosvamis. El polvo de sus pies santos constituye mis cinco tipos de alimento”.
Y:
tandera carana sevi-bhakta-sane vasa
janame janame hoy ei abhilasa
“Mi deseo es que nacimiento tras nacimiento yo pueda vivir con los devotos que sirven los pies de loto de los Seis Gosvamis”.
Hace unas semanas tuvimos la fortuna de recibir la visita de cuatro devotos de Dallas, discípulos de Tamal Krishna Goswami: Dharma dasa y su esposa Urjesvari, su hermana Saibya y Padma dasi. Al mismo tiempo, Mayapur dasa, el sirviente personal de Sridhar Swami durante muchos años, también estaba con nosotros. Así que nos pareció una buena ocasión para glorificar a estos dos sirvientes incondicionales de Srila Prabhupada, estos dos predicadores poderosos, Tamal Krishna Goswami y Sridhar Swami. Y fue muy alentador y purificante; todos los devotos hablaron de una manera muy hermosa –todos y cada uno– y uno podía realmente sentir la presencia de Tamal Krishna Goswami y de Sridhar Swami, y realmente sentirse unido a Srila Prabhupada y sus asociados. Su Santidad Niranjana Swami también habló de una manera muy hermosa y lideró el kirtana.
Aunque todos los discípulos directos de Srila Prabhupada somos hermanos espirituales, ya que todos fuimos iniciados por Srila Prabhupada, entre los seguidores de Srila Prabhupada hay algunos que estuvieron, y están, verdaderamente liderando el movimiento y mostrando el camino a seguir. Sin duda Su Santidad Tamal Krishna Gosvami fue un gran pionero, al igual que Su Santidad Sridhar Swami y los demás que he mencionado. Incluso ahora los devotos están siguiendo a Srila Prabhupada y nos están guiando y mostrando el camino. Nosotros también estamos tratando de hacer nuestras pequeïas contribuciones, pero hay algunos que van por delante, mostrando el camino y facilitando que nosotros lo sigamos.
Al mismo tiempo, es también muy personal e individual –a través de quién Krsna habla a quién–. No es que todos tienen que seguir a una persona en particular. Krsna puede manifestarse a Sí mismo –Srila Prabhupada puede manifestarse a sí mismo— mediante diferentes sirvientes, diferentes vaisnavas, y debemos estar abiertos a ese flujo de misericordia, como venga y de donde venga. No es fijo o rígido; esa misericordia puede venir de diferentes maneras, y debemos estar abiertos a ello. Ese es realmente el principio de guru: las instrucciones de Krsna nos llegan a través de algún sirviente de Krsna, algún representante de Krsna, y no está limitado sólo a uno. Krsna puede hablarnos a través de muchas bocas, a través de muchas personalidades, y debemos estar abiertos a esa guía. Debemos tomar Sus instrucciones en nuestra cabeza y seguirlas. Así es como Krsna guía a las almas condicionadas de vuelta al hogar, de vuelta a Dios. Él puede ocupar a cualquier cantidad de Sus sirvientes para ayudarnos; Dios sabe que necesitamos toda la ayuda que podamos obtener. Así que no debemos ser sectáreos. No debemos aislarnos de cualquier flujo de misericordia que nos llegue por arreglo del Señor, o de Srila Prabhupada, o de cualquiera de nuestros maestros espirituales.
Pienso en el ejemplo de Raghunatha dasa Gosvami, porque él tuvo muchos gurus. Por supuesto, él fue un asociado directo del propio Señor Caitanya, pero aún así, fue ayudado por muchos bienquerientes y guías. En primer lugar, fue iniciado por Yadunandana Acarya, el maestro espiritual de la familia de Raghunatha. Yadunandana Acarya fue un gran vaisnava, un discípulo iniciado de Advaita Acarya y un estudiante íntimo de Vasudeva Datta. Y Balarama Acarya, un amado compañero de Haridasa Thakura, fue el sacerdote de la familia de Raghunatha. Raghunatha aprendió también de él. Balarama Acarya y Yadunandana Acarya fueron amigos, y ambos solían hospedar a Haridasa Thakura en sus hogares. Durante algún tiempo, Balarama Acarya proveyó a Haridasa con una cabaña de paja y prasada, y en aquel entonces, mientras aún era un estudiante, Raghunatha visitaba diariamente a Haridasa Thakura, y se dice que debido a la misericordia que entonces Haridasa le mostró, Raghunatha más adelante alcanzó la misericodia del Señor Caitanya Mahaprabhu. En una ocasión, Balarama Acarya invitó a Haridasa Thakura a hablar en reunión de la familia de Raghunatha, los Majumadaras, y así Raghunatha lo escuchó hablar otra vez acerca de las glorias del Santo Nombre.
Finalmente, Raghunatha dasa se encontró con Nityananda Prabhu en Panihati, y obtuvo Su bendición de liberarse de todos los obstáculos y alcanzar el refugio de los pies de loto de Sri Caitanya Mahaprabhu. Poco después, Raghunatha escapó de su hogar, viajó a pie a Puri, y alcanzó el misericordioso refugio de Sri Caitanya Mahaprabhu –por la misericordia de Nityananda Prabhu–. Luego, Caitanya Mahaprabhu le encomendó a Raghunatha dasa a Svarupa Damodara Gosvami: “Te encomiendo a Raghunatha. Por favor acéptalo como tu hijo o sirviente”. Raghunatha era entonces muy joven; sólo tenía unos veintidós años. Entonces el Señor personalmente tomó la mano de Raghunatha y lo entregó en manos de Svarupa Damodara Gosvami. Y así Raghunatha se convirtió en el asistente de Svarupa Damodara. Svarupa Damodara fue el secretario de Sri Caitanya Mahaprabhu, y Raghunatha dasa en efecto se convirtió en el asistente del secretario.
Después de que Caitanya Mahaprabhu dejó este mundo, seguido por Svarupa Damodara y casi todos Sus demás asociados íntimos, Raghunatha dasa se sintió despojado: “Estoy completamente solo. No hay razón para vivir. ¿Cómo puedo vivir sin mis prabhus, sin todos mis maestros?”.
Raghunatha dasa sintió tanta separación, que decidió ir a Vrindavana a ver los pies de loto de Rupa y Sanatana, y luego quitarse la vida saltando de la Colina de Govardhana. Pero los dos hermanos no le permitieron morir. Ellos lo convencieron de que se quedara con ellos y que hablara acerca de los últimos pasatiempos de Mahaprabhu. “No debes perder tu vida”, le dijeron. “Tú estuviste con Sri Caitanya Mahaprabhu en Puri, y fuiste testigo de muchos de Sus pasatiempos íntimos. Debes quedarte con nosotros y contarnos acerca de tus experiencias con Él”. Y lo aceptaron como su tercer hermano.
Especialmente Sanatana Gosvami le dio refugio y lo cuidó. Al comienzo, cuando Raghunatha dasa Gosvami hacía bhajana en el Radha-kunda, él no tenía un lugar donde vivir. Y mientras hacía su bhajana, él estaba bastante ajeno a todo lo demás. Él cantaba, pero a veces casi no podía cantar, porque entraba en trance. Sin embargo, cantaba al menos un lakh de nombres cada día. Pero podía ocurrir que cantaba un nombre y luego caía en trance profundo, y los pasatiempos de Krsna pasaban por su mente. Un día, él estaba cantando los nombres de Krsna y recordando los pasatiempos de Krsna, con el sol caliente de lleno sobre su cabeza. Srimati Radharani misma fue y sostuvo una tela sobre su cabeza, pero él no lo sabía, porque estaba en meditación profunda. Pero Sanatana Gosvami comprendió y personalmente construyó un bhajana-kutira para Raghunatha dasa Gosvami. El cuidó a Raghunatha dasa en todo sentido.
En su libro Vilapa-kusumanjali, Raghunatha dasa Gosvami empieza ofreciendo respetos a sus gurus, incluyendo a Sanatana Gosvami:
vairagya-yug-bhakti-rasam prayatnair
apayayan mam anabhipsum andham
krpambudhir yah para-duhkha-duhkhi
sanatanas tam prabhum asrayami
“Yo no estaba dispuesto a beber el néctar del servicio devocional dotado de renunciación, pero debido a su misericordia sin causa, Sanatana Gosvami me hizo beberlo, a pesar yo era incapaz de hacerlo. Por tanto, él es un océano de misericordia. Él es muy compasivo hacia las almas caídas como yo, y por consiguiente es mi deber ofrecer mis respetuosas reverencias a sus pies de loto” (Vilapa-kusumanjali 6).
En este verso, Raghunatha dasa Gosvami describe a Sanatana Gosvami con una frase que Srila Prabhupada solía citar (refiriéndose a todos los vaisnavas compasivos): para-duhkha-duhkhi —“sintió pesar en el pesar de los demás—”. Raghunatha dasa dice: vairagya-yug-bhakti-rasam prayatnair: él me dio el néctar del servicio devocional enriquecido con renunciación; anabhipsum andham, pero yo no estaba dispuesto (anabhipsum) a beberlo, porque estaba ciego (andham) a mi bienestar espiritual; entonces apayayan mam –él me obligó a beberlo–. Sanatana Gosvami es un océano de misericordia (kripambudhi), y por tanto le ofrezco mis respetuosas reverencias. Tomo refugio en él, mi maestro (prabhum asrayami).
Srila Prabhupada parafraseó este verso al componer un verso en honor a su sannyasa-guru, Srila Bhaktiprajnana Kesava Gosvami Maharaja. Él utilizó casi las mismas palabras. La idea es que es muy difícil liberarse de los grilletes de la vida familiar. Por supuesto, se puede ser un devoto puro en el ashrama de grihastha, eso es otra cosa, pero para predicar, sannyasa puede ser aconsejable.
Como Srila Prabhupada cuenta, él tenía sueños recurrentes de que su guru maharaja lo estaba llamando para que le siguiera y predicara. Y se despertaba horrorizado: “¿Cómo puedo tomar sannyasa y volverme un mendicante? ¿Cómo puedo dejar a mi esposa y a mis hijos? ¿Qué pasará entonces?”. Con el tiempo Prabhupada tomó vanaprastha. Fue a Jhansi y allí empezó la Liga de Devotos. Pero había algo de partidismo. La esposa del gobernador quería la propiedad que Srila Prabhupada había estado utilizando para la Liga. Ella hizo todo lo posible para obtenerla para un programa de Señoras, y debido a que ella tenía tanta influencia, Prabhupada decidió no luchar contra ella. Así que se fue a Mathura, donde se quedó en el matha de su hermano espiritual Bhaktiprajnana Keshava Gosvami Maharaja. Y Keshava Maharaja insistió: “Debes tomar sannyasa”. Para tomar la orden del maestro espiritual completamente y predicar, se debe aceptar la orden de vida de renuncia. Y Prabhupada lo hizo –tomó sannyasa–.
Luego, en 1968 —los primeros días del movimiento en Occidente— en Seatle, Srila Prabhupada recibió noticias de que Su Santidad Keshava Maharaja había fallecido. Entonces convocó a una reunión con los discípulos ahí, y habló sobre la historia de cómo su guru maharaja y su hermano espiritual le habían “obligado” a tomar sannyasa: “Mi hermano espiritual insistió. Él no insistió, prácticamente mi maestro espiritual insistió a través suyo: ‘Acepta’. Él quería que me conviertiera en un predicador, de modo que me obligó a través de este hermano espiritual: ‘Acepta’. Así que acepté, poco dispuesto”.
Srila Prabhupada vio que su guru maharaja estaba obrando a través de su hermano espiritual, hablando a través de su hermano espiritual —otro vaisnava— y compuso este verso, muy similar al que Raghunatha dasa compuso para Sanatana Gosvami, pero para Keshava Maharaja. Apayayan mam anabhipshum andham. “Yo no estaba dispuesto a tomar la medicina del bhakti con desapego, porque estaba ciego. No podía ver mi futuro, que la vida espiritual es el futuro más brillante. Por lo que los vaisnavas, el maestro espiritual, ellos obligan: ‘Debes beberlo’”. Sri-keshava-bhakti-prajnana-nama kripambudhir yas tam aham prapadye: “Sri Bhaktiprajnana Keshava es un océano de misericordia, y yo le ofrezco mis respetuosas reverencias”.
Así pues, Sanatana Gosvami fue un gran refugio para los vaisnavas en Vrindavana. Él no solamente era inteligente –todos los Gosvamis eran muy inteligentes–, sino que era muy sagaz, muy hábil; entendía de política y diplomacia. Se cuenta que Rupa Gosvami era muy sencillo, pero Sanatana Gosvami era muy astuto; podía entender los motivos e intenciones de las personas. Por lo que podía proteger a los devotos de las maneras más prácticas, porque tenía ese tipo de inteligencia. Y protegió a Raghunatha dasa Gosvami en todo sentido.
Luego, en el día de Guru-purnima, debido a que Sanatana Gosvami era el mayor de los Gosvamis y el siksa-guru de casi todos en Vrndavana, los vaisnavas fueron a Govardhana a ofrecerle respetos. Al llegar a su bhajana-kutira en Manasi-ganga, vieron que estaba en trance. No se movía en absoluto. Entonces esperaron; no querían perturbarlo.
Finalmente comprendieron que había partido, y todos se sintieron abrumados por la separación. Lo llevaron en parikrama a la Colina de Govardhana, tal como él había hecho parikrama en la Colina de Govardhana fielmente todos los días. Pero no estaban seguros de dónde colocar su cuerpo. Jiva Gosvami, que era el líder después de Sanatana, decidió que debían llevarlo de vuelta a Vrindavana, cerca al templo de la Deidad de Madana-mohana, que le fue tan querida. Eso tuvo lugar en Guru-purnima.
Podemos ver cómo los devotos se ayudaron unos a otros. Todos ayudaron a todos. En el Sri Caitanya-caritamrita, encontramos que todos los vaisnavas siempre estaban ayudándose unos a otros. Y debemos aprender de su ejemplo; debemos desarrollar ese humor. Por supuesto, la ayuda puede venir de diferentes maneras. A veces viene en términos de instrucción y a veces viene de maneras prácticas, tal como Sanatana Gosvami construyendo el bhajana-kutira de Raghunatha dasa Gosvami. Estos excelsos devotos siempre estaban sirviendo unos a otros –sirviendo a Sri Caitanya Mahaprabhu y sirviendo unos a otros–. Y ese debe ser nuestro humor: servir unos a otros, verdaderamente ayudar uno al otro –y aprender unos de otros–.
En el Onceavo Canto del Srimad-Bhagavatam, leemos cómo un brahmana avadhuta aprendió lecciones de los demás, de veinticuatro siksa-gurus: de los elementos materiales, de los fenómenos naturales, de las plantas, de los animales –incluso de una prostituta–. Por su inteligencia, aprendió de todos ellos y aceptó a todos como sus gurus. Por ejemplo, de la montaña aprendió que una persona santa debe dedicar todos sus esfuerzos al servicio de los demás, y hacer que su bienestar sea la única razón de su existencia (tal como aprendemos de la Colina de Govardhana). De la serpiente pitón aprendió que se debe renunciar al esfuerzo material y aceptar lo que llega de modo espontáneo –uno debe permanecer pacífico y estable, indiferente a la ganancia material, pero siempre alerta a la autorrealización–. Aprendió incluso de Pingala, una prostituta. Debido a que no tenía ninguna otra fuente de ingresos, ella estaba muy ansiosa por tener clientes. Una noche estaba esperando y esperando, y no llegaba ningún cliente. Finalmente, al terminar la noche, se sintió disgustada con su situación y así se desapegó. De Pingala aprendió desapego –y apego a la Suprema Personalidad de Dios, que ella aceptó como su último refugio y objeto de amor–.
Así que podemos aprender de cualquier persona o cosa. Si estamos tratando sinceramente de servir a Krsna y de comprender cómo servirle mejor, el Señor en el corazón nos dará la inteligencia para aprender de los demás –incluso de los árboles y de la hierba–. Caitanya Mahaprabhu glorificó a los árboles y la hierba, pues de ellos aprendemos cómo ser tolerantes y humildes. Así que podemos aprender de todos y todo.
Podemos aprender incluso de los demonios –y estamos rodeados de ellos–. Grandes empresarios que son tan ingeniosos con su propaganda y otras estrategias. Debemos ser así de astutos e ingeniosos para Krsna. Líderes materialistas idean cómo atrapar a la gente en sus redes, arrastrarla y conservarla. Podemos aprender de esos poderosos materialistas cómo atraer a la gente y conservarla, para Krsna –cómo ser organizados e inteligentes, para Krsna–. Si nos encontramos en el humor apropiado, cualquier cosa puede recordarnos el servicio devocional, y puede ser utilizada para Krsna. Cualquiera puede ser un siksa-guru para nosotros si nos encontramos absortos en el humor de servir a Krsna, fijos en la conciencia de Krsna.
Pero en particular, y especialmente en ocasiones como hoy, estamos obligados a ofrecer respetuosas reverencias a nuestros diksa –y siksa– gurus en la sucesión discipular, desde Krsna a Brahma, a Narada, a Vyasa, desde Caitanya Mahaprabhu a Sanatana Gosvami, desde Srila Prabhupada a sus seguidores, que incluye a todos ustedes.
Hare Krsna.
— Giriraj Swami, 29 de julio de 2007, Dallas