“Como Srila Prabhupada solía decir: “No hay nada que lamentar”. La gente común tampoco muere –el alma continúa–, pero en el caso de los vaisnavas, no sólo el alma continúa viviendo, sino que también continúa su servicio devocional. Cuando estábamos con Srila Prabhupada en Surat en el día de la desaparición de su guru maharaja, dijo que en la plataforma espiritual y absoluta no existe diferencia entre la aparición y la desaparición; tal como la salida y la puesta del sol, ambas son hermosas. Pero además dijo que cuando un vaisnava parte, tenemos sentimientos encontrados de felicidad y aflicción. Sentimos felicidad, porque sabemos que el vaisnava se ha ido a servir a Krishna –y confío en que Manjari dasi se ha ido donde su gurudeva y Krishna–, pero también sentimos tristeza, porque echaremos de menos la asociación del devoto. Pero todo esto es la misericordia de Srila Prabhupada, la misericordia de Sri Caitanya Mahaprabhu y la misericordia del Señor Nityananda: tantas almas están partiendo de una manera auspiciosa y gloriosa”.