“Un día, Sridhar Swami y yo decidimos hacer juntos el parikrama de Govardhana. Me sentía bastante enfermo, pero no quería detenerme y decepcionarlo. Él también se sentía mal, y pensaba: “No quiero detenerme y decepcionar a Giriraj Maharaja”, así que continuó caminando. Muy poco después los dos estuvimos en el hospital, él por un problema hepático y yo por una afección cardiaca. Mientras él estaba en el hospital de Bombay, Tamal Krishna Goswami, Kesava Bharati Maharaja y Giridhari Swami viajaron de Vrindavan para visitarlo. Al tener cirrosis del hígado y cáncer, se le consideraba como un paciente terminal. Ellos le aconsejaron que viajara a Vrindavan y se quedara allí para cantar y escuchar acerca de Krishna. Pero por mucho que apreciaba su visita y los respetaba como hermanos espirituales, lo pensó y concluyó: ‘No es mi forma de ser. Quiero vivir de la manera que soy’. Así que continuó viajando y predicando, prácticamente hasta el final.”
De la charla acerca de Sridhar Swami, 18 de marzo, Laguna Beach, California
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