Ayer invité a Rajani-priya (Rose Forkash), de casi noventa y ocho años, a que nos acompañe al Ratha-yatra en Los Ángeles.
En el auto, de regreso a Carpintería, dijo: «Giriraj, quiero darte las gracias. Gracias, muchas gracias por incluirme en el programa de hoy. Lo necesitaba, lo deseaba y me lo regalaste, así que te lo agradezco repetidamente.
»Tengo casi cien años. No ha sido fácil, pero he tenido a personas maravillosas en mi vida, especialmente Prabhupada, un hombre maravilloso. Si yo no hubiera vivido tanto tiempo, no habría conocido a tanta gente maravillosa.
»No puedo decirte lo mucho que disfruto de estar en compañía de devotos cantando Hare Krishna.
»Soy una mujer muy afortunada. Fue un día encantador y maravilloso, y lo recordaré siempre».
En el camino de vuelta, a intervalos Rajani-priya espontáneamente cantó Hare Krishna, en la melodía original de Srila Prabhupada. En las once horas desde que la recogimos de su casa, su energía y entusiasmo no disminuyeron en absoluto; más bien, en esa actitud extática, aumentaron.
Hare Krishna.
Vuestro en el servicio,
Giriraj Swami