Giriraj Swami leyó y habló del Srimad-Bhagavatam 2.8.6.
“A veces, un representante del Señor dedicado a predicar se encuentra con supuestas dificultades de diversas clases. Esto lo exhibió el Señor Nityananda cuando redimió a las dos almas caídas Jagai y Madhai, y, en forma similar, el Señor Jesucristo fue crucificado por los incrédulos. Pero los devotos sufren muy gustosamente esas dificultades cuando predican, debido a que en esas actividades, si bien aparentemente son muy severas, los devotos del Señor sienten placer trascendental, pues el Señor queda satisfecho con ello. Prahlada Maharaja sufrió mucho, pero aun así jamás olvidó los pies de loto del Señor. Ello se debe a que un devoto puro del Señor se encuentra tan puro de corazón, que no puede abandonar el refugio del Señor Krsna bajo ninguna circunstancia. En ese servicio no hay intereses personales. El progreso del cultivo de conocimiento que realizan los jnanis o la gimnasia corporal que realizan los yogis, son finalmente abandonados por sus respectivos ejecutores, pero un devoto del Señor no puede abandonar el servicio que le presta al Señor, pues él recibe órdenes de su maestro espiritual. Los devotos puros tales como Narada y Nityananda Prabhu aceptan y ejecutan la orden del maestro espiritual como si fuera el sustento de la vida. A ellos no les importa lo que resulte del futuro de sus vidas”.
—S.B. 2.8.6, significado